El robo en las obras de construcción ha ido aumentando gradualmente con el aumento del costo de las materias primas. Los ladrones de la construcción se han vuelto mucho más audaces y sofisticados en los últimos años empleando tácticas de estilo de misión imposible. El cobre ha sido un objetivo especial y, en algunos casos, los ladrones han cortado y hilado tuberías de cobre que ya estaban instaladas en edificios y casas. Otros conducen con grandes camiones de plataforma capaz de recoger paletas enteras de material.
La pérdida de materiales y equipos equivale a mucho más que el valor de los bienes. Puede llevar tiempo conseguir un reemplazo en el sitio y es posible que los trabajadores no puedan realizar su trabajo. Esto puede descarrilar completamente los horarios y el desempeño general de la empresa. Además de eso, las tasas de seguros comerciales pueden subir. Si un proyecto no se completa a tiempo, es posible que la empresa deba pagar fuertes multas y perder una valiosa reputación. Si bien ciertamente existe un costo para implementar medidas de seguridad, garantizar que las herramientas y los materiales sean seguros, superan con creces estos.
Durante mucho tiempo, la única opción disponible fue colocar cercas altas y hacer que los guardias de seguridad patrullaran los lugares de trabajo por la noche. Esto puede ayudar, pero es posible que los guardias no puedan vigilar todo el sitio y el personal adicional puede costar varios miles de dólares por día. Las empresas de construcción en estos días confían en sistemas de seguridad de última generación con cámaras de seguridad inalámbricas, sensores de movimiento, grabadoras de video digital y capacidades de monitoreo de audio. En lugar de tener docenas de personas deambulando en la oscuridad o bajo la lluvia, solo se necesitan unos pocos operadores de cámaras de seguridad para monitorear todo el sitio cómodamente desde un edificio de seguridad portátil. Por supuesto, la inversión inicial puede ser de varios miles, pero un sistema siempre se puede volver a implementar en otro sitio una vez que se completa la construcción.
Los sitios de construcción son un paisaje en constante cambio a medida que avanza el trabajo. El tendido de cables es laborioso y poco práctico debido a la naturaleza robusta de la construcción. El uso de cámaras de seguridad inalámbricas permite que el sistema se reconfigure rápidamente a medida que cambian las necesidades de seguridad. A medida que el edificio se acerca a su finalización, las medidas de seguridad se pueden reducir, lo que reduce los costos.
Las amenazas a un sitio de construcción vienen en muchas formas, desde robo hasta vandalismo, o trabajadores deshonestos y descontentos. Las cámaras de seguridad inalámbricas son esenciales para cualquier sitio de construcción de tamaño mediano a grande. El simple hecho de tener el sistema en funcionamiento será un factor de disuasión y aumentará en gran medida las posibilidades de detener a los responsables de los delitos que se cometen.